NO ME SUPONGAS


https://youtu.be/x2ZPqbzGck0



No soy mujer sujeta...

Quizás no entiendas...

No soy atada, ni loca, ni sumisa, ni rebelde
No soy de tus verbos ninguna etiqueta
No soy pura, ni maldita
No soy madre por ser mujer,
                                                  o mujer por ser madre.

Pasó que nací, y me encasillaron en el grupo  "mujer"
un pre concepto,
una pre idea
una marca de ropa,
un andar, un color, un proceder,
y yo, sin enterarme.

Y me pareció raro,
porque mi sexo, tenía que ver según conmigo
pero más que mi sexo, mi vagina,
y yo tan mental, tan meditativa
tan artesana, ambivalente, 
tan curiosa, tan de temple
tan irreverente, amistosa
fluyente, normalita...

A veces exigente, otras tranquila.
Esa yo,   
esa vida involuntaria y presente
no está en mi útero, ni en mis senos,
ni en vos, ni en nadie.

Sé, pero parece que no te das cuenta… 
tú, réplica distinta.

Que no tengo curvas para complacer  tu cuerpo.

No tengo vientre  para que vos te repliques,
no lo tengo para credos, ni para maquilas,
no lo tengo para mafiosos
no lo tengo para el olvido,
este útero es mío,  como lo son mis brazos, mi pelo en cascadas,
mi color de piel, mis defectos, mis manías, mis recuerdos, yo pues,
éste espacio en mi cuerpo me pertenece un rato,
igual que vos tienes el tuyo.

No soy tu censora
o tu libertad,
tampoco tu ideal de amor
o la pulpo incansable,
o la causa de tus males.

No eres el fin de mi vida
o el sin sentido de ella.

No me tienes que proteger, pero tampoco  matar,
ni ellos los santos
ni aquellos los adinerados,
no te estimes tanto,
ni me requieras excesivamente.

No soy un complemento
ni la "razón" de tu existencia,
vete tranquilo,
dejen en paz
que  a veces ni te extraño,
y el mundo tal cual
me harta y me fastidia. 

No soy ni un par de llantas
o la Venus 
ni la morena caliente
o la blanquita distante.

No soy actriz de esta vida, ni de la tuya...

Oigan, escucha,
no te debo nada;
ni mi lealtad sin mácula.
no soy un manojo de virtudes para exaltar prestigios
o dar bandera, a las tales guerras.

No busco la  miseria para destruir vidas,
no soy “la” otra, soy un ella,
o la “buena”,
o la mujer magnánima según la cruel Iglesia,
ya sea por ser la imaginada
o por beata,
te cuento;
mi "pureza" es aún asunto de mercados.

Vos, ustedes
¡No me supongas,
no me supongan!

No soy del bien, su artilugio de propaganda, 
ni del mal su conato de expiación.

No te debo el amor,
ni la memoria
peor aún la sumisión.

Tampoco te debo mi tiempo
o mi maternidad,
tampoco mi cuerpo  
soy Caos 
es que nos asaltan,
es que vos, es que todos, es que otras
sólo  inventan remedos de mí.


Oye, entiendan,
no les debo la luna, ni soy la luna
tampoco las estrellas en el mar
no soy de arena, ni de mármol
y en mi sexo, NO ESTOY YO...

Soy de piel, pero es, mi piel
soy de seso
y de intestino
soy de carne y huesos
soy de sangre, de historias, mías todas
en ellas hay resonancias. 

Tampoco mis sesudas cavilaciones son resultado
de mi “nata  sensibilidad” o mi tendencia a "ser" mártir.

Tampoco  mis pechos son siempre de leche
ni tu erección el indicador de mi valía
o este mi pubis , es plenitud celestial
o acuario perfecto  a  tus verbos obscenos,
tampoco pedestal  de honores,
o fundamento  familiar. 

No soy sólo una suposición de tu mente entre tus letras
No tengo porque  acomodarme a tus sueños o al santo grial de tus riquezas.

Suelo eructar, andar de malas,
suelo tomarme el día sin tu presencia,
pienso en política y en cómo resolver la economía diaria,
me encanta el arte, el tacto, el fútbol a ratos
el viento, la conversación, y un buen café.

Suelo divagar por la ciencia y en lo inexacto 
investigo, pienso, voy al baño,
a veces me ves y no has visto nada,
pero entiendo que estás ciego 
eres "hombre" no procesas  bien mi existencia
eres también la idea
de una sociedad de locos,
te cercenaron, te impidieron entender.

A veces me catalogas o me presupones
o  repites, para según programarme, para que "no" olvide.
te aclaro, no contesto
porque me aburren las reiteraciones sociales,
tampoco creo en función a tus creencias,
me has tapado, me has santificado, me has ahorcado, me has venerado
déjame en paz, que ésta que soy tiene consciencia. 

No soy mala, por no tener religión
 y tampoco bondadosa  por tener alguna.

Dios se ocupa de la nada,
y la nada de Dios.

No soy de piedra, ni soy un palo seco,
porque en la cama me importas poco
o me importes demasiado,
más que eso, sólo es sexo, intimidad, un día concurriendo en la vida.

No soy fría, por no corresponderte,
mi temperatura oscila en la normalidad.

No soy insensible  porque no me conmuevas,
sólo es que no me importa
sólo es que no me gustas...

No me interesa la pulcritud de mis menesteres de casa,
ni el pedestal de la sociedad carnívora,
peor aún el espejo de la ropa
y el cinturón de la publicidad. 

Pero me gusta lo limpio por placer,
y lo complicado del debate.

No soy un objeto que miras sin que se percate
si no me conoces, ten cuidado que te puede ir mal si me enojo.

No digo no,  para decir sí
mis pensamientos no son retorcidos,
ni masoquistas, ni nada que tú asumas por cierto,
antes de suponer, pregunta
antes de acercarte, respeta
antes de hablarme, mírame.

No asumas posturas para que te odie, o te ame,
no me importa decirte lo que pienso
o no decirte nada,
te lo diré si es pertinente
te escucharé por cortesía
para entendernos mejor, para entenderte mejor.

Pero oye, no soy lo que supones
hace tiempo que sé
que no soy una casilla
eso que suponen
no soy
un útero andante
un barril sin fondo
una ternura inacabable
una diosa
un sexo barato
un cuerpo etéreo
una santa
una mujer...pues
como me piensan... mujer.

Soy yo,
nomas esta consciencia.  

Diana Vallejo

Comentarios

Apostillas... dijo…
Mi querida poeta. He leído "No me supongas", un poema bastante fuerte, creo que muy "feminista" también, lo cual no está mal; sin embargo dice mucho de la eterna dualidad hombre-mujer y de la preocupación por el "no lugar" de la mujer en la sociedad. Gracias por tus textos. Abrazos
Claro que feminista mi estimado amigo, pero dos observaciones le hago.

No hay dualidad porque la una, no existe en función al otro, ni tampoco el otro por el otro, o la otra por la otra, pero si costumbres y acciones que aún van en detrimento de los seres humanos sexuados femenino.

El "no lugar" no es existencial, sino social, la asignación de los roles sociales y el absurdo de muchas de esas categorías desde el momento en que nacemos.

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