ULTIMÁTUM AL ACOSADOR/ narración



Por: Diana E. Vallejo

Un tipo, con un olor pesado, sin miramiento alguno me abordó en la estación, de inmediato reconocí ese par de ojos vidriosos y la boca semi abierta que ponen aquellos tipejos que se masturban a costa de una,  en algunos casos sin que te percates.

El imprudente, se acercó más de la cuenta para hacerse notar, era macizo, chaparro y ya entradito en años, el autobús no asomaba y él, en vez de mirar hacia la dirección de donde vienen, no dejaba de insistir, decidí verlo y divertirme a costa de su excesivo amor propio.

Observé entonces su vientre bajo, su camisa verde desgastada, su pretencioso modo de ser y  me dijo sin miramientos, como si me conociera de toda la vida.

-¿Espera el bus?- en tono insinuante, mirando sin respeto mis pechos como suelen hacer éstas incomodidades urbanas.

-Claro, ni que pasaran caballos- contesté en un sutil son de burla.
-También pasan caballos- Me respondió, según él, muy avispado, pero yo sólo quería arrastrarlo al ring y así fue, son tan predecibles…

-No, no veo a caballo alguno, apenas noto a un sapo indeseable que pretensiones ecuestres. - le contesté con suavidad y con una sonrisa sarcástica,  noté que atrás un joven se sonrió, pero el impertinente, no se dio por vencido y sin  yo quererlo , o preguntarle nada, comenzó a narrarme su vida sexual amorosa con una mujer según, más joven que él.

-Es una mujer muy celosa,  le gusta mucho (hizo movimientos  de  cadera de atrás hacia adelante) ya sabe, tener sexo- prosiguió refiriéndose  a sus devaneos, y no venía el bus. Siguió contando del éxito que tenía con la fémina, en fin, empezó a pavonearse, se infló de repente ante mi cara y pude ver que se subió a dos ladrillos. Le dirigí una de esas miradas de pared, que su poca inteligencia no percibe.

Remarcó, lo de "celosa e interesada",  creyéndo a causa de su escueta inteligencia, que esa información le funcionaría como un anzuelo. -Vaya cazador- pensé  irónica.

Así que respondí con remarcado fastidio y tomando un poco de aire, preguntándome en silencio. 

-¿Pero qué hice mal  hoy Dios, que  me mandas a éste?- Ah, ya sé, me dirás que tenga fe en vos, sólo que no me pidas que  no dude.- Miraba hacia arriba, sin esperar respuesta.

Le corté, diciéndole.
-¿Quién no, porque viéndolo a usted no hay de otra-  apreté los labios en son de  un"ni modo" socarrón.

Sí, su olor  me fastidia y  su cabezota interrumpe la visibilidad, necesito ver el rótulo del bus que se acerca, por cierto tenía una pelona de monje y teñida la pelambrera. 

Pensé en alejarme, pero seguro me seguiría para arremeter,  pensé en ignorarlo, pero no quería perder de vista sus manotas, aparte estaba de primera en la fila no me interesaba dejar mi espacio y menos por éste estorbo.

Me aburría, era uno de esos tantos,  la misma perorata,  resolví  que si el bus no llegaba pronto y el necio proseguía, tendría una plática muy esclarecedora para el resto de su vida.

El tipo, gesticulaba, movía sus ojillos ya arrugados, se le escapaban gotitas de saliva, repelente, era obvio,  sabe que lo  escucho,  no soy sorda y no me moveré,  lo interpretará  como  aceptación, como suele ocurrir con estos mamarrachos.

-¿Cómo interpretó éste palurdo que no me mueva? No me importa lo que crea o piense, me es insignificante.

Pudo explayarse porque no asomaba mi línea, e insistió que le pusiera atención, colocando su carota cerca de la mía,  así que, ya sin miramientos, y con ganas de divertirme a su costa, lo volví a ver mientras le dije.

-Vea don, sólo estaba esperando el autobús, y usted vino aquí a narrarme su vida sexual con una mujer, según, más joven, afirma que es una interesada y aparte muy, muy  celosa, lo de celosa, honestamente no se lo crea, nadie en su sano juicio le celaría- puso esa cara de pasmo masculino, de quién no se da por enterado. 

 -¿Sabe qué? El sólo de imaginarlo es posiciones del Kama Sutra me provocan ganas de reír a carcajadas,  si es capaz de entender Español, vea, no me interesa su vida y menos después de sus inoportunas anécdotas, no me burlé porque me  entraron las náuseas, la repugnancia,  entiénda, el sólo  imaginarlo, con esa piel de gargajo colgando por todos lados, su panza desproporcionada y gelatinosa, su voz estridente que va acompañada de su agrio y pesado aliento a comida chatarra, adosado  con ese exiguo vocabulario , sólo de figurarlo con X mujer en esos ajetreos,  expeliendo su olor a zapato enmohecido,  es para ponerse a llorar de tan patético espectáculo.-

-¿Ay, qué pasó, ya llora? No arrugue el piquito, usted vino aquí de muy acá, no se ponga triste, sólo estoy aprovechando la confianza que me otorgó, vea  me contó su vida, ¿acaso le pregunté? Tan, tan, tan, tan....No.

 ¿Por qué cree que no lo interrogué? 

-Cuento hasta tres  con los dedos, mejor  hasta cinco, espero la "cache"-
El hombre se compungía, y le expliqué.

-Porque usted don, NO ME INTERESA, y si pongo cara de palo, es para espantar a tipos de su calaña. -

Seguí  mi discurso con las muecas de mis manos. 

-¡Trate de imaginarse a sí mismo! ¡Ay! Sólo de sentir cerca su temperatura corporal; asquito total.-

-No haga pucheros. ¿Ve lo que le pasó por andar de impertinente?- Usted no respetó mi privacidad, entonces, ¿por qué tengo que guardarle alguna consideración?

-Espere, aún no llega mi bus, termine de digerir un poco de razones- dije  ejerciendo presión en su brazo.

-Se paró muy fanfarrón, invadió  mi espacio y pretendió sumar en su delirio de hombre de mundo, una raya al tigre, le aclaro  que no se le parece, mejor pretenda ser un sapo amorfo, chaparrón y de alcantarilla, no se haga muchas ilusiones, y menos conmigo,  le aconsejo esto, sepa, para que vea que no soy tan mala, si esa mujer tiene sexo con usted, páguele, se lo merece, muérase y  déjele toda la herencia, no se imagina el sacrificio que está haciendo, ¡pobre!-

- No me mire así, no traigo pañuelitos, ya se le salieron los mocos,  usted se me acercó, no fui yo, no es por nada, la recomendación que le doy es que no robe más oxígeno, sólo muérase pronto, reconozca que es un enfermo que anda molestando en las estaciones a las mujeres, sí  nos fastidian los tipejos como usted, nos causan  repulsión, a veces hasta miedo-

-¿Qué murmuró, que soy una cabrona? Un poco, un tanto, lo necesario,-

-Sólo soy una persona que se vio en la necesidad de decirle la verdad, bueno de aclararle algunos asuntos incomprensibles para sus costumbres machistas.-

-Sí, quite esa cara de sorpresa, míreme y escuche, no sea TONTON vea, las mujeres nos hacemos las locas o nos movemos a otro lado, y no hacemos caso, le repito,quite esa cara de menso,  ah, cierto no puede, al menos pone atención, espero que no le dé un ataque, veo que está transpirando mucho más, y que la vena de su cabeza se le altera.

Sí, sos sólo un  tarugo más que hay que capear, los hay de todas formas y profesiones. le informo lo que pensamos todas, son sobrados, contaminan nuestra tranquilidad. Vos, sos uno de esos inoportunos instantes, el indeseado, lamento despertarlo de su sueño de Charles Atlas, y aunque lo fueras, la cosa no cambia, oiga... no vea para otro lado, no se haga el de a "peso",  sólo quiero ser amable explicándole, que o no debe hacer, por ejemplo a mí me abordó sin el menor miramiento-

Le moví el índice en un no frente a su faz, -¿ve el dedito cómo se balnacea de un lado al otro, de izquierda a derecha? es un NO, significa, dejá de molestar. -

- Por su expresión sé que jamás se volverá atrever a molestarnos. ¿Verdad que no?-. Aproveché a enfatizar mi sorna, atrás un  joven soltó una carcajada, me miró con sorpresa, y al susodicho con burla, el atrevido quedó profundamente desencantado, se dio la media vuelta y en eso llegó mi bus, me subí aliviada, y pude ver que aquel pasotas se escondía en las sombras de la multitud, tanto que se secó de inmediato. 

Me acomodé, en eso  apareció  otro pesado con esa voz y mirada de perro en celo, me abordó sin más,  yo miré hacia el vacío lleno de cuerpos, hacia otra dirección.  Decidí no matarle el alma el día de hoy,  ando cansada, por supuesto que en otro momento le tocará su turno.

Comentarios

Entradas populares