En memoria de mi primer amigo Paúl Solano Gallegos

Hoy tengo una raíz en el campo santo
de ésta tierra andina,
mi primer amigo, cómplice de letras
mago oculto, orquesta de arte y fiesta
soñador de libros,
revolucionario en la palabra
buen conversador, atento y tranquilo
se fue sin decir un adiós.

Don Paúl Solano, comisura de vida
con la calma en avalancha
con la inteligencia del silencio
con la sonrisa de la reflexión
se fue callado, en medio de ideas y de versos
en medio de la vida
en plena conversación.

Adios amigo,
te debo una visita el miércoles
al panal de tus propuestas,
le debo su alegría tranquila
la invitación que me hizo
a dejar en ésta Cuenca de arraigo
un castillo, un verso y una caravana de elefantes.

Adios amigo Paúl,
qué bueno que fuiste a celebrar mi libro
y el guiso mexicano
qué bueno que te dimos un abrazo
un gusto
varias alegrías,
qué bueno que le conocí señor lector
qué bueno que me topé
con el puerto de su corazón solidario
con su comentario y sus buenos deseos
Adios amigo
un abrazo y un vino, te mando allá dónde nos topemos
como solíamos siempre
en esos caminos empedrados de los mediodías
un brindis por usted Paúl Solano,
vaya a disfrutar del Universo y del átomo.

¡Salud!